Definicion
Las «Invasiones Bárbaras» o también llamadas las «Grandes Invasiones» se les conoce a los grandes movimientos migratorios de las poblaciones germánicas durante el S. III, desde la llegada de los Hunos al este de la Europa Central hacia 375 hasta los Lombardos en Italia en 568 y la de los Eslavos en el Imperio Romano de Oriente en 577.
En esta primera parte les contaré las invasiones ocurridas durante el S. III, tiempo en el que el Imperio Romano sufre la crisis de este siglo y que es aprovechada por los pueblos: hunos, godos, vándalos, búlgaros, alanos, suevos, frisios y francos, para atravesar los limes y asentarse en los confines del imperio. Dicho periodo ocurre durante los años 212-305.
Pueblos barbaros
Para entender mejor los acontecimientos ocurridos hablaré de los distintos pueblos germánicos y eslavos que participaron en este movimiento.
Sajones
Los sajones fueron una confederación de antiguas tribus germánicas vinculados en el plano etnolingüístico a la rama occidental. Su zona de asentamiento más antigua que se conoce es Nordalbingien , un territorio que se corresponde aproximadamente con la moderna Holstein. La isla de Britania formó parte del Imperio romano entre los años 50 y 410 d.C. Cuando los romanos perdieron el control del territorio, los sajones atacaron. A fines del siglo VI, tres pueblos germánicos —los anglos, los jutos y los sajones— habitaban en la isla y progresivamente dividieron las tierras que conquistaron en varios reinos. Los sajones gobernaron los reinos de Essex, Sussex y Wessex, en lo que hoy es el sur de Inglaterra. La palabra «sajón» deriva de seax o sax, que es una especie de espada o cuchillo de piedra que usaban y por la que eran conocidos.
Francos
Los francos fueron una comunidad de pueblos procedentes de Baja Renania y de los territorios situados al este del Rin (Westfalia), que al igual que muchas otras tribus germánicas occidentales entró a formar parte del Imperio romano en su última etapa en calidad de foederati, asentándose en el Limes (Bélgica y norte de Francia actuales). Las poderosas y duraderas dinastías establecidas por los francos reinaron en una zona que abarca la mayor parte de los actuales países de Francia, Bélgica y Países Bajos, así como la región de Franconia en Alemania. Su gentilicio viene del Frank o Francus que significa «libre» en la lengua de los francos.
Alamanes
Eran un conjunto de tribus germanas establecidas en el curso superior, medio e inferior del Elba y a lo largo del Meno. Los alamanes estuvieron en conflicto permanente con el Imperio romano. Inicialmente situados al norte de la provincia de Recia, fueron contenidos por los romanos hasta la mitad del siglo III, tras dos siglos de enfrentamientos. Logran desplazarse poco a poco hacia el oeste para instalarse definitivamente sobre el territorio que comprende una parte de las actuales Vorarlberg (Austria), Suiza, Baden-Wurtemberg y Alsacia. Su nombre indica que eran el agrupamiento de varias tribus, y significa "todos los hombres".
Burgundios
Fueron una tribu germánica oriental originaria de Escandinavia, que a partir del año 200 inició una migración masiva hacia Europa central, seguida por los vándalos, hacia Pomerania (actuales Polonia y noreste de Alemania). Luego se instaló en la Galia, entre los francos y los alamanes, a orillas del río Rin. La tribu estableció su capital en «Borbetomagus» (actual Worms) y arrebató «Mogontiacum» (Maguncia) a los romanos.
Marcomanos
Los marcomanos (en latín, marcomanni) fueron una confederación tribal germánica que finalmente llegó a vivir en un poderoso reino al norte del Danubio, en algún lugar próximo a la moderna Bohemia, durante la cima del poder del Imperio Romano. En el siglo II, entraron en una confederación junto con los cuados, vándalos y sármatas contra el Imperio, probablemente por mayores movimientos de población, como los godos.
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Vándalos
Los vándalos fueron un pueblo germano de Europa central que habitaban las regiones ribereñas del mar Báltico, en las actuales Alemania y Polonia. Su lengua pertenecía a la rama germánica oriental, el 31 de diciembre del año 406 atravesaron el limes romano, cruzaron el Rin en las cercanías de Moguntiacum e invadieron la Galia, posteriormente se dirigieron a la península ibérica donde penetraron en el otoño del año 409 y se instalaron durante unos años en el valle del Guadalquivir.
Godos
Fue un pueblo germánico oriental, dos de cuyas ramas, los visigodos y los ostrogodos, tuvieron un importante papel en la caída del Imperio romano de Occidente y en el nacimiento de la Europa medieval. Los godos dominaron una vasta zona, que en su momento cumbre, bajo los reyes Hermanarico y Atanarico posiblemente se extendió desde el río Danubio al Don, y desde el mar Negro hasta el Báltico.
Alanos
Los alanos eran un grupo étnico de origen iranio relacionado con los sármatas, pastores nómadas muy belicosos de diferentes procedencias, que hablaban la lengua irania y compartían con ellos la misma cultura en muchos aspectos.
Antecedentes
Las invasiones del siglo III, según la tradición, comenzaron con la primera incursión conducida por la confederación germánica de los alamanes en 212, bajo el emperador Caracalla y concluyeron en el 305, en tiempos de la creación, por parte de Diocleciano, de la Tetrarquía.
Decadencia del Imperio
La causas principales de la Caída de Roma Occidental, fueron variadas en torno a la situación por la que pasaba el Imperio que sumado a las invasiones propiciadas por los hunos que ejercían una presión a estos diferentes pueblos daría la estocada final a su inevitable caída.
En un principio Roma, ya desde el siglo I d. C. buscaba impedir la penetración de los bárbaros atrincherarse detrás del limes, es decir, de la línea continua de fortificaciones que se extendía entre el Rin y el Danubio, construida precisamente para contener la presión de los pueblos germánicos.
Sin embargo luego de la ruptura de esta barrera, surgió la cultura romano-germánica, como con la introducción de los bárbaros en el ejército regular romano y con ello el proceso de romanización, pero más que todo esto se vio en los llamados foederati germánicos (Federación) que más tarde conduciría a la proliferación de lo reinos germánicos. Estos foederati se establecieron en territorio romano, transfiriendo sus recursos financieros a los pueblos germánicos al establecerse en las provincias más ricas. Además de lo anterior, gracias a su inestabilidad política se había perdido mucha mano de obra en las guerras civiles, por lo que su ejército casi completamente depende de las tropas germánicas de las foederati. El problema es que cada vez más estas escapan del control del emperador, reemplazando a las tropas regulares, lo que les da la opción de establecer reinos de facto e independientes.
Acontecimientos
Los pueblos germánicos se movilizaron mucho antes de atacar y establecerse en las fronteras del imperio (Limes). Cuando los sasánidas persas atacaron las provincias romanas en Oriente, las tropas del Rin fueron retiradas. La frontera renana no estaba protegida. A comienzos del S. III los alamanes ya constituían una amenaza seria para los limes de germania entre los territorios del Rin y el Danubio, En el 233, la situación se endureció tanto que el emperador Alejandro Severo tuvo que llamar a las tropas de oriente de nuevo, al año siguiente los alemanes invadieron el sector retico en los limes, en una década logra franquear las fortificaciones y tomaron Recia.
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En el año 238, los Godos se establecieron en la baja Mesia, en el 250 estalló la Primera Guerra Gótica en la que los romanos perdieron dos batallas importantes de Beroea (250) y de Abritus (251). A mediados del siglo, los francos junto a los alemanes invadieron la Galia y la parte superior de Germania desde Recia, luego los grupos se unieron y se aventuraron al centro y sureste de la Galia en el 257.
Invasión de Hispania (257)
En el año 257 el pueblo franco salió junto a los alamanes, penetraron en el Imperio Romano con el ánimo de saquear. Entraron en la Galia y en Italia atravesando los Pirineos por el puerto de Le Perthus, y siguieron toda la Vía Hercúlea (Augusta). Fueron paulatinamente saqueando y destruyendo las murallas de todas las ciudades de Tarraconense, Cartaginensis y la Bética, generando grandes riquezas para los asaltadores y una necesidad de huir al campo de los nativos. Una parte de estos francos se apoderó de la flota romana y pasaron a África, mientras que otros probablemente siguieron saqueando la Península.
Invasión de Italia (258-271)
Los ataques francos y alamanes fueron detenidos en seco en la ciudad de Milán por el emperador Galiano (253-268) que los derrotó, lastimosamente ese mismo año moriría asesinado. El poder pasaría a manos de Claudio II (268-270), en Grecia la ciudad de Atenas cayó en manos de los hérulos en el 267-268, la cual sufrió la destrucción en gran parte de la ciudad y el Ágora.
Pasando el poder al emperador Aureliano (270-275) en el que debería poner frente a la situación por la que pasaba el imperio, se fragmentó en tres estados separados. Las provincias de Galia, Britania e Hispania se unieron para conformar el llamado Imperio Galo nacido de la rebelión liderada por Postumo, que había sido coronado como emperador por sus tropas y logró conquistar Colonia de los bárbaros, convirtiéndo la en la capital del nuevo imperio. Aureliano planeaba acabar con este último y reunificar roma, pero la situación fue diferente ya que se complicó en oriente, primero debió combatir en Panonia contra vándalos y sármatas, mientras italia era invadida por los jutungos (tribu alamana), siendo detenidos en Fano y Pavía. En el 275, francos llevaron a cabo movimientos en Galia siguiendo los ríos del Rin y Mosa, por otro lado los alamanes siguieron camino en los valles del Saona y el Ródano, siendo dos años más tarde por manos del emperador Probo (276-282) pone fin a su invasión. Además que en 278-279, libera a Recia de los burgundios y vándalos.
Batalla de Mediolanum (260)
La batalla de Milán, fue un enfrentamiento militar en el año 259 0 260, entre las tropas del imperio romano y la confederación tribal de alamanes, en los alrededores de la entonces llamada Mediolanum, esta es la primera incursión bárbaras en la península itálica desde las Guerras Marcomanas.
Los ejércitos estaban compuestos de la siguiente forma: por parte de roma se movilizaron las legiones I Adiutrix, I Minervia, II Adiutrix, II Itálica, II Parthica, VIII Augusta, XXII Primigenia y XXX Ulpia Victrix, que daban una cifra de 30.000 legionarios y para un total de 60.000 más los auxiliares. Del otro lado, los alamanes se habían movilizado con la intención de saquear y atacar la fértil llanura del río Po, eran unos 300.000 en total contando civiles, pero solo de los cuales 30.000 eran combatientes preparados para luchar.
Al primer ataque de la zona por parte de los alamanes, se infundió un terror en Roma ya que muchas ciudades no estaban amuralladas, rápidamente el senado preparó a toda marcha un ejército improvisado con la plebe para proteger a la ciudad. Galiano que estaba luchando contra el usurpador Póstumo, al enterarse de la situación en Italia movilizó rápidamente un ejército con él al mando, marchó de inmediato.
Los alamanes se habían retirado de la ciudad ante la inesperada resistencia de los ciudadanos, situándose en el valle del Po, donde se encontraron directamente con las tropas romanas. La victoria fue decisiva para los romanos, muchos germanos murieron y se mandó a erigir un arco del triunfo.
Fragmentación del Imperio (260)
Ya hablamos de la división en occidente por parte del usurpador Póstumo y la creación del Imperio Galo (260-274), ahora en ese mismo año las provincias de Siria, Palestina y Egipto se independizaron y formaron el llamado Imperio de Palmira (260-273), respaldados por el Imperio Sasánida. Esto daría como resultado que solo la parte central: Italia, los Balcanes, Asia Menor y las provincias leales en el Norte de África, quedará como el propio imperio dicho. Esta situación se reversó sólo hasta una década después.
Cuando los sasánidas atacaron las provincias romanas en oriente, las tropas del Rin y del Danubio fueron movilizadas a esas zonas, lo que dejó desprotegido a los limes. En el 268, se inician las invasiones a Italia por los marcomanos llegando hasta Rávena donde fueron detenidos. Para sumar más presión a la situación, el emperador y padre de Galiano, Valeriano había sido hecho prisionero por los sasánidas lo que repercute en una guerra civil. Galiano retiró todas las tropas restantes del Rin, haciendo que cada campamento militar, torre de vigilancia y asentamiento romano fueran abandonados. Y las provincias asaltadas peor que nunca.
La población de la región se fue al interior del imperio, muchas fortalezas a lo largo del Rin fueron destruidas, Colonia y Tréveris fueron conquistadas y saqueadas. Gran parte de los Países Bajos, Bélgica y Francia fueron devastados, París en llamas, La guarnición de Bonn no fue destruida, pero las aldeas y asentamientos estaban sin protección y la población se refugió en las guarniciones.
Batalla del lago Benaco (Garda/268)
Durante tres años, prevaleció la anarquía. Galieno tuvo que hacer frente en el 267 a la incursión de los godos. En noviembre de 268, los alamanes llegaron hasta el valle del Po, el emperador Claudio II les derrotó en la batalla del lago Benaco (Garda) entre aproximadamente 35.000 soldados romanos y unos 100.000 alamanes. Los detalles de la batalla se desconocen, pero se sabe que Claudio logró una victoria aplastante, matando o capturando a más de la mitad del ejército enemigo, el resto huyendo a través de los Alpes a fuera de los limes. Finalmente, los germanos sorprendieron al ejército romano agotado con una emboscada en un bosque cerca de Plasencia, y el emperador fue derrotado.
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La noticia de esta humillante derrota produjo dos revueltas militares de corta duración. Los jutungos continuaron avanzando por la Vía Emilia hacia Roma. Puesto que no había ninguna fuerza militar notable entre los invasores y la capital, el pánico se desató en la ciudad que había crecido más allá de las viejas murallas. Según Historia Augusta, los Libros Sibilinos fueron consultados, y se realizaron ceremonias religiosas para pedir ayuda de los dioses.
Batalla de Fano (271)
Después de la derrota en la batalla de Placentia, el emperador Aureliano se reunió y reagrupar a sus tropas y comenzó la búsqueda. Los jutungos dirigían hacia Roma. Aureliano reunió todas las fuerzas que pudo y marchó al encuentro de los jutungos, finalmente alcanzó vanguardia de la horda germánica y forzó una batalla cerca de Fano, en las orillas del río Metauro. La vanguardia jutunga había cruzado el río Metauro, y lo estaba cruzando el grueso cuando Aureliano atacó. Atrapados entre el río y el ejército, los germanos no podían maniobrar ni ceder terreno. Cuando la línea principal jutunga se rompió, muchos de los guerreros se ahogaron mientras intentaban retirarse. Los restos del destrozado ejército se retiraron hacia el norte, lejos de Roma, con Aureliano persiguiendo.
Batalla de Pavía o de Ticino (271)
Aureliano persiguió a los jutungos, cerró los pasos en las montañas y los rodeó cerca de Pavía en las orillas del río Ticino. Aquí su ejército atacó a los invasores y fue capaz de destruir todo el ejército salvo una columna que consiguió escapar por los Alpes, pero fueron alcanzados y destruidos en Retia. Por esta victoria Aureliano recibió el título de honor «Germanicus Maximus».
La victoria de Aureliano terminó con la invasión de los germanos, pero los romanos estaban muy conmocionados por la gran amenaza que la capital del imperio había enfrentado después de la derrota de Plasencia. Por lo tanto, Aureliano decidió construir una nueva muralla con nuevas fortificaciones alrededor de Roma. Pronto los romanos comenzaron a construir muros y fortificaciones alrededor de cada ciudad en el imperio romano por temor a más invasiones desde el norte.
Invasión de Hispania (270)
En el 270, se produjo una segunda oleada de francos y alamanes pero no repitieron la misma ruta. Penetraron en el Imperio por la Galia del Norte, pasan por la Aquitania, entran en la península Ibérica por Roncesvalles, siguieron la calzada romana de Burdeos a Astorga y continuaron por la ruta de la Plata saqueando todas las ciudades que encuentran a su paso: Pamplona, Astorga, Mérida y Lisboa. No solamente saquearon las ciudades sino que también las villas romanas que encontraron a su paso.
Campañas de Probo (277-279)
La situación prevaleció hasta que el emperador Probo (276-282), que en el 277, encabezó una campaña contra los lugios y los alamanes, 60 poblaciones fueron liberadas de la opresión bárbara, nueve reyes bárbaros pidieron la paz y 16.000 bárbaros se enrolaron en el ejército romano como soldados.
En el 278, Probó inició una campaña contra los francos, fue dirigida por sus generales. La campaña fue un éxito, los prisioneros de la campaña pasaron a servir al ejército romano como auxiliares. Varias tribus de otras regiones aprovecharon la lucha de Probo en la Galia para saquear otras provincias, como los sármatas en Panonia, los godos y bastarnos en Tracia y los burgundios con los vándalos en Retia. Estos últimos fueron vencidos por Probó en Retia junto al río Libus (actual Lech), que capturó a su rey Igilo, enviando a los vencidos a Britania como tropas auxiliares. Probó recibió el título de «Germanicus».
.%20Busto%20del%20Emperador%20Probus%20%5BM%C3%A1rmol%5D.%20Museos%20Capitolinos.jpg "Busto del Emperador Probus")
Posteriormente, luchó contra los sármatas en Panonia, donde trasladó la base de Serina a Siscia, para restablecer la paz en la zona Probó recibió el título de «Restitutor Illyrici». Ya con los godos y bastarnos en Tracia, el Emperador llegó a un tratado de amistad. Después de poner orden en las fronteras Renana y Danubiana, Probó se dirigió al Asia Menor para emprender campaña contra una tribu montañesa que desde tiempos de Galieno se había proclamado independiente. En esta tribu, los isaurios vivían en las montañas, en zonas casi inaccesibles para el ejército romano. Probó logró internarse en su región y destruyó todas sus defensas, incluida la ciudad de Cremna que fue tomada tras un largo asedio en el año 279.
Permitió a los francos y alamanes establecerse como aliados romanos (foederati) en territorio romano, a su vez estos tenían que ser leales al Imperio y defender la frontera si era necesario. Los francos se establecieron en las zonas abandonadas en la orilla izquierda del Rin, y los alamanes lo hicieron en la zona de Austria, Suiza y Alsacia.
Hasta la mitad del siglo IV hubo paz en la frontera, salvo en el 298 en que un grupo de alamanes trataron de entrar y fueron derrotados por Constatino Cloro en la región de la Galia en la batalla de Lingones (actual Langres, Francia) y de nuevo en la batalla Vindonissa (actual Windisch, Suiza), fortaleciendo las defensas de la frontera del Rin.
Invasión de los sármatas (285-289)
Durante el otoño de 285, el emperador Diocleciano en los Balcanes, se encontró con una tribu de sármatas, que solicitó asistencia del emperador. En particular, los sármatas solicitaron al Emperador ayuda para recuperar sus tierras o bien, en su defecto, derechos sobre los pastos en territorio del Imperio, pero Diocleciano contestó negativamente a ambas peticiones y se enfrentó militarmente a ellos, aunque no fue capaz de obtener una victoria definitiva. Las presiones nómadas sobre la gran llanura europea se mantuvieron, y más tarde el imperio tendría que volver a enfrentarse a los sármatas. En el 289 se enfrentó de nuevo con los sármatas. No han llegado detalles sobre esos hechos, si bien las inscripciones existentes indican que Diocleciano adoptó el título Sarmaticus Maximus.
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Fuentes
Bibliografía
Representaciones Gráficas
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